
Abro la puerta y espero
que pase la nueva brisa,
en el rostro una sonrisa
debajo de algún sombrero.
Aguardo por lo que quiero
sin ansiedad, ni temor,
yo confío en el Señor,
él es mi amigo seguro
a él le dejo mi futuro
con paciencia y con amor.
Nada puede ser mejor
que su gran sabiduría,
su mano sobre la mía
impregnada de valor.
que pase la nueva brisa,
en el rostro una sonrisa
debajo de algún sombrero.
Aguardo por lo que quiero
sin ansiedad, ni temor,
yo confío en el Señor,
él es mi amigo seguro
a él le dejo mi futuro
con paciencia y con amor.
Nada puede ser mejor
que su gran sabiduría,
su mano sobre la mía
impregnada de valor.
Ahora respiro el olor
de gardenias y de rosas,
y aquellas pequeñas cosas
que espero llegar a ver
las entrego al gran poder
con sus fuerzas milagrosas.
de gardenias y de rosas,
y aquellas pequeñas cosas
que espero llegar a ver
las entrego al gran poder
con sus fuerzas milagrosas.