jueves, 11 de diciembre de 2008

OPTIMISMO



Siento un brío, un no sé que
que me abraza me rodea,
ni siquiera sé que sea
alguien que en la vida fue.
Yo lo atribuyo con fe
a un espíritu elevado,
pienso que me ha acompañado
a lo largo de mi vida,
una persona querida
que es muy feliz a mi lado.

Atrás quedó el pesimismo,
la derrota, el desamor,
cerré la puerta al temor,
y me he abierto al optimismo.
También aparté el abismo
que me rodeaba otras veces,
ahora camino con creces
de razones nuevas puras,
por sendas limpias futuras
que con dones enriqueces.

Quien no crea, que no crea,
pero yo siento en mi pecho
que algo quedó atrás desecho
aunque busque y no se vea.
Se rompió la farisea
energía negativa,
me siento contenta, viva,
radiante, sana, segura,
como si ante mi se augura
una nueva expectativa.

Siento un goce sin enfado,
un soñar, una paciencia,
un sentir de la conciencia
algo que aun no ha pasado.
Siento que el bien ha llegado
invadiendo mi lugar,
siento que hasta el verbo amar
llega y me toca la puerta,
y siento que no es incierta,
que es la hora de triunfar.