jueves, 11 de diciembre de 2008

AMADO PADRE CELESTIAL




Amado Padre Celestial: quisiera
en estos versos para ti expresarte
la gratitud inmensa de adorarte
por darme luz en hora de quimera,
no hay nada Padre que no te pidiera
en mis plegarias o en mis oraciones
que fueran muestras de demostraciones
de ese amor a tus hijos infinito
donde la paz inunda lo inaudito
alejando el temor y las tensiones.

Gracias te doy en medio de emociones,
gracias Señor por tu amor tan grandioso,
gracias por ser misericordioso,
todo lo que de ti aprendo en lecciones.
Que sería de mí sin tus acciones
sin la certeza de que no estoy sola
que de tu mano voy sobre la ola
de ese mar que cruzaba enfurecido
sintiendo cada paso protegido
y mi cuerpo rodeado por tu aureola.